sábado, 23 de enero de 2016

CÓMO CUIDAR LA NUTRICIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES

La vejez no es una enfermedad, aunque con la edad se van
produciendo una serie de cambios en nuestro organismo que pueden hacer que se incremente la susceptibilidad a padecer algunas enfermedades.
Pero el hecho de que tengamos un familiar mayor y padezca algún tipo de enfermedad, leve o grave, no implica que la alimentación o cualquier otro cuidado sea secundario, todo lo contrario, es esencial llevar una correcta alimentación y una elección de alimentos concreto para ayudar y prevenir posibles dolencias.
En primer lugar, decir que conforme avanza la edad se produce un aumento de grasa y una pérdida de musculatura en nuestro organismo, además de alteraciones en el tubo digestivo, disminuyendo su capacidad de absorción de vitaminas y oligoelementos es cierto, pero no por ello debamos conformarnos y esperar a que todos estos cambios no afecten de forma importante.
También hay que tener en cuenta que las dificultades en la alimentación de las personas mayores pueden ser debidas a alteraciones de la dentición, la pérdida en la capacidad para oler y saborear los alimentos, problemas de deglución o a un enlentecimiento del vaciamiento gástrico. Todas estas dificultades no pueden afectarnos de primera mano, por ello, es importante tenerlas en cuenta para poder establecer una dieta nutritiva para nuestro organismo, teniendo en cuenta dichas deficiencias y nuestras necesidades. Comer sano, elegir los alimentos más adecuados llenos de nutrientes y preparados de manera correcta, nos pueden ayudar a digerirlos bien, sin demasiadas molestias y además descubriendo, por qué no, nuevos sabores.

Además, masticar los alimentos de forma adecuada es fundamental para poder seguir una dieta sana, por ello es necesario el cuidado de la dentadura, aconsejándose comer alimentos de fácil masticación. Se van perdiendo piezas dentales, generalmente debidas a enfermedades periodontales y a la falta de calcio y vitamina D. Todo ello hace que se intenten evitar alimentos de difícil masticación como frutas y hortalizas, lo que lleva a un menor consumo de fibra y, por tanto, problemas de estreñimiento. Por ello se recomienda la ingesta de fibra para evitar ciertas disfunciones intestinales como la diverticulosis de colon, tener una mejor tolerancia a la glucosa y disminuir los niveles de colesterol.
Todos estos apuntes solo nos tienen que llevar a pensar en nuevos tipos de preparación alimenticia donde se puedan ingerir aquellas verduras y frutas necesarias diariamente, pero de manera que no nos perjudiquen utilizando las nuevas técnicas  de purés, smoothies, cremas, etc… todo es válido si es para nuestra salud y siempre hay opciones para cualquier problema.

También cabe citar la pérdida de la capacidad gustativa, fundamentalmente a nivel de las papilas gustativas de la lengua, encargadas de detectar el sabor dulce y salado, lo que hace que disminuya el placer a la hora de comer y el interés por los alimentos pero hay edulcorantes naturales que incentivan dichos sabores y que pueden ayudar a percibirlos de nuevo aunque con algo menos de intensidad pero siempre de manera sana sin alterar ningún problema físico. La sal no es beneficiosa para según qué edades y que dolencias pero hay sal de verduras que ayuda a realzar el sabor de los alimentos sin afectar al organismo y sin producir retenciones de líquidos ni subidas de tensión.
Los huesos también sufren un desgaste progresivo con los años, lo que conlleva a un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas. Por ello hay que cuidar la ingesta de calcio con una dieta rica en lácteos y, si es necesario, complementar la dieta con suplementos. Todo esto, además, acompañado del ejercicio físico adecuado a su edad. La prevención es esencial y buscar algún ejercicio adecuado también lo es. No podemos aceptar un estado sin movernos ni querer buscar soluciones, hay que ver qué es lo que podemos hacer, a que podemos adecuarnos y diseñar ese ejercicio a nuestras condiciones físicas abordándolo como un nuevo reto no como una vergüenza o como última opción. Nunca hay últimas opciones.

Por último, decir que el consumo de medicamentos, tan frecuente en esta edad, puede afectar a la alimentación de muy diversas formas. Por ejemplo, induciendo la pérdida o el estímulo del apetito o actuando sobre la ingesta mediante la alteración del gusto, provocando náuseas o vómitos, lesionando la superficie de absorción intestinal. No podemos automedicarnos y debemos hacer lo imposible por sustituir un medicamento por alimentos, ejercicio, esfuerzo, etc… siempre hablado con el médico y siempre como búsqueda de alternativas antes que un medicamento que puede perjudicarnos a la vez que curarnos.

Se debe intentar que las personas mayores, las que puedan, se cocinen su comida y coman con compañía, ya que esto está demostrado que les ayuda a mantener no sólo un mejor estado nutricional, sino que también influye en su estado de ánimo. Hay que buscar una variedad en las comidas donde las verduras, frutas y proteína estén siempre presentes.
No se debe descuidar una buena hidratación en las personas de la tercera edad, sobre todo en verano, cuando muchas veces no se acuerdan de beber agua. No hay que olvidar que con la edad nos hacemos más susceptibles a los daños que pueden provocar en nuestro cuerpo las temperaturas elevadas. Por todo esto es de suma importancia seguir unos hábitos de vida saludables, que incluyen, por supuesto, los alimentarios, consumiendo dietas equilibradas, con una gran variedad de alimentos.
El ingerir líquidos no tiene siempre que ser agua, porque aburre pero si se pueden introducir tisanas de hierbas que aporten beneficios, jugos naturales, tés, etc… en la variedad está el secreto de que nos apetezca probar sabores sin ser conscientes que la ingesta real es de líquido, fundamental para nuestra hidratación y para ayudar a evacuar mejor.
Es muy recomendable en las personas mayores el consumo de frutas y verduras, tal y como comente anteriormente, sin ingerir excesos en proteínas y utilizar el pescado como fuente de omega 3, como inductor de la respuesta defensiva.
El cerebro, para un correcto funcionamiento, requiere no sólo de un aporte suficiente de glucosa sino también de ciertas vitaminas, concretamente del complejo B, por lo que su déficit puede dar lugar a deterioros neurológicos progresivos. Esta es otra de las causas por lo que se recomienda una dieta sana y completa.

Es muy recomendable realizar actividad física de forma moderada diariamente. Hay que olvidar la idea de que la edad es una contraindicación para practicar ejercicio físico. La clave está en realizar el más adecuado en relación a la edad. Tampoco hay que hacer grandes hazañas deportivas, basta desde un simple paseo diario hasta la práctica de algunos deportes como la natación, las caminatas, la bicicleta o la gimnasia, todas ellas realizadas de forma no competitiva. No hay que olvidar que algunas actividades sociales pueden suplir a las actividades deportivas, el ejemplo lo tenemos con el baile.
Todos estos apuntes son tenidos en cuenta en Proveedor de servicios para el Hogar. Apuntes que son transmitidos a nuestro personal para ser aplicados debidamente, haciendo tantas consultas como necesidades surjan. Es parte de la profesión, es parte de nuestra responsabilidad empresarial, el que nuestros servicios vayan abalados por profesiones preparados y por asesoramiento continuo.


Montserrat A

No hay comentarios:

Publicar un comentario