domingo, 13 de diciembre de 2015

ERRORES A EVITAR AL ELEGIR RESIDENCIA GERIÁTRICA

El proceso de búsqueda de una residencia geriátrica  suele ser doloroso para los familiares de la persona mayor pero no hay que olvidar que para algunas personas ancianas, todavía lo es más debido a que para ellas, significa que la familia quiere deshacerse de ellos por los posibles problemas que puedan ocasionar.  

Pero me gustaría dar a conocer los cinco errores más comunes que pueden llevar a tomar una decisión inadecuada y que, con un poco de cuidado podrían evitarse:

1. Optar por una residencia para la tercera edad cuando  realmente no es la mejor opción.
Resulta muy normal que, una vez el mayor ingresa en la residencia geriátrica la familia se sienta culpable.  En el fondo  piensan que podrían haber cuidado al padre (o madre, o abuela anciana) en casa, y se sienten mal por lo que perciben como un abandono.
Este sentimiento también lo tiene el anciano, a veces, pero es infundado: Si tomamos a todas las personas de más de 65 años y los datos de dependencia y discapacidad, alrededor de un 5% recibirán la mejor atención en una residencia, el resto podría vivir perfectamente en un domicilio, si cuenta con apoyo de su familia y/o servicios como PROVEEDOR DE SERVICIOS PARA EL HOGAR, recibiendo cuidados personalizados y profesionales dentro del entorno familiar o habitual, no causando trastorno a la persona dependiente. 

En España hay, más o menos 4 plazas en residencias por cada 100 personas mayores, eso hace suponer que el trato totalmente adecuado por parte de los profesionales dentro de un geriátrico no son suficientes ni tan personalizados, haciendo sentir a nuestras personas queridas como un número más, cuando estamos frente a una etapa de la vida, donde el cariño, la atención y el amor es la principal medicina.

2. “Quedarse con la primera opción”
El problema de encontrar solución al cuidado de nuestras personas mayores es vivido de forma acuciante los familiares de la persona mayor pueden caer en la tentación de tomar el camino fácil: pedir consejo a algún amigo o a un profesional y quedarse en la primera residencia que visitan.

En España hay más de 4.000 residencias geriátricas con un gran abanico de tamaños, servicios, sistemas de cuidado y precio. Por eso, sería conveniente utilizar, además de los contactos y amistades, una herramienta de búsqueda de plazas libres en residencias
Para tomar una decisión adecuada sería recomendable seleccionar y visitar como mínimo tres centros residenciales antes de tomar la decisión.
Pero no hay que descartar otras soluciones menos agresivas para la persona dependiente, como los servicios de PROVEEDOR DE SERVICIOS PARA EL HOGAR, donde seguramente, podrán encontrar soluciones adecuadas a precios razonables sin someter a la persona dependiente a un cambio radicar el su vida

La visita a los diferentes centros geriátricos es así fundamental por lo que recomendamos bajarse de internet algún guion de ayuda para comparar residencias que nos permita anotar lo que verdaderamente es relevante.
.
3. Las falsas expectativas
A pesar de que la mayor parte de personas que viven en una residencia geriátrica en España se encuentran bien y así lo manifiestan en las encuestas de satisfacción, en ocasiones los familiares se sienten defraudados porque la residencia no son lo que ellos esperaban.

Una residencia para la tercera edad es un sustituto del hogar donde las personas mayores reciben servicios de apoyo a las actividades de la vida diaria .  Aunque muchas ofrezcan algún servicio médico y sanitario, las personas mayores que viven en una residencia para la 3ª edad no están en un hospital.

Las familias que piensen que su familiar será visitado diariamente por un médico o controlado en todas sus constantes de forma continuada deberán asegurarse de que la residencia que elijan ofrece esos servicios o acabarán sintiéndose defraudados.

La familia continua teniendo un papel fundamental una vez el anciano dependiente ingresa en la residencia de mayores.  Es muy importante que visite lo más a menudo posible a su familiar mayor, que atienda los requerimientos de la residencia y que disponga quién acompañará al residente si hay que acudir a visitas médicas hospitalarias o de otro tipo fuera de la residencia.
Salvo que la residencia  lo ofrezca de forma expresa, los acompañamientos fuera del centro no están incluidos en sus servicios.

Además, la residencia geriátrica es un centro abierto de forma que, con excepción de casos en que el mayor sufra demencia u otra afección que haga peligrosas las salidas, los residentes pueden entrar y salir del centro a voluntad.  En la medida en que el centro es abierto, la residencia deberá seguir unos trámites que pueden requerir la intervención de un Juez, cuando alguien, por su propio bien, no pueda salir.

Es muy importante saber qué es una residencia de mayores, algo importante porque según las condiciones generales y el pago, quizás utilizar otro tipo de servicio que no sea una residencia de 3º edad sería más aconsejable y algo más económico sin olvidar que la atención sería más personalizada, ofreciendo hogar y calidez a la persona mayor. Eso se puede conseguir utilizando servicios como los que ofrece PROVEEDOR DE SERVICIOS PARA EL HOGAR.

4. No leer el contrato y el reglamento de régimen interior
Todas las residencias (da igual que se presenten como geriátricos, para la tercera edad, mayores, ancianos o con cualquier otra denominación) están obligadas a firmar un contrato con los residentes y sus representantes/familiares (si  los mayores no pueden decidir por sí mismos).

Dependiendo de la residencia, el contrato puede tener más o menos página y puede estar escrito de una forma más clara o compleja.

Sea como sea, el contrato establece cuestiones tan importantes como:
El precio de la residencia.
Cómo se incrementará el precio en el tiempo.  Esto puede incluir el IPC o cláusulas que permiten cobrar más si la persona empeora en su estado.
Qué incluye el precio y qué no:  Suele haber servicios no incluidos como la peluquería, la podología, el lavado de alguna ropa delicada, las salidas fuera del centro.
Si se aplica algún descuento durante el tiempo que el residente pueda estar ingresado en un hospital o desee irse de vacaciones fuera del centro.
Las condiciones de alta y baja en el centro
Cuáles son las causas que pueden generar que el residente pueda ser expulsado del centro.
Si existe obligación de pre avisar con antelación la decisión de dejar el centro.
La existencia de un periodo de prueba
Además hay un Reglamento de Régimen Interior que contiene, entre otras cosas el horario de vida del centro; el horario de visitas y otros aspectos de funcionamiento.

No haber leído y entendido estos documentos antes de ingresar puede provocar malentendidos ya que la residencia considerará que lo que hay en el Reglamento es conocido por los residentes y familiares.

Un buen consejo es leer conjuntamente con el director de la residencia, o la persona que nos esté atendiendo, ambos documentos  y plantear en ese momento las dudas.

5. No tener en cuenta la voluntad de la persona mayor que ingresará
Aunque parezca una tontería ya que mucha gente lo daría por supuesto, lo más importante a la hora de decidir el ingreso en una residencia geriátrica es la decisión de la persona mayor que va a ingresar.
Sin embargo, puede suceder que todos vean claro que hay que ingresar a la abuelo/a menos la abuelo/a misma.

Hay que entender que dejar el domicilio para ingresar en un centro geriátrico es un cambio importantísimo y es lógico que la persona lo vea como algo negativo e irreversible.

La solución, como en casi todos los problemas, es hablar sinceramente y entenderse.  El mayor debería visitar la residencia antes del ingreso, debería explicarse en detalle las condiciones de vida y deberíamos entender que la decisión le cueste.  Sabemos que en el fondo lo que le gustaría es “no necesitar una residencia”.

Cuando la persona anciana sufre alguna demencia, como la enfermedad de Alzheimer, debemos saber qué piensa “en la medida de lo posible”.  Es bueno ofrecer opciones siempre que se pueda y, cuando no, pensar en lo que le preferiría si mantuviese la capacidad.

El engaño o el chantaje emocional son muy malos sistemas ya que el mayor que ingresa en la residencia pensando que sólo parará un mes porque “se lo han dicho los hijos”, acabará sufriendo cuando descubra que le han mentido.

Para quien lea este post, un último consejo.  Las normativas, exigencias y requisitos sobre atención a mayores varían de una comunidad autónoma. Por ello cualquier sugerencia, normativa puede ser susceptible de cambios dependiendo de la comunidad autónoma.
No hay que olvidar nunca, que hablamos de personas y que en caso de decidir por una residencia, hay que visitarles, hay que inspeccionar el lugar, al anciano, en definitiva, hacer un reconocimiento semanal para verificar en todo momento que los cuidados son los adecuados y el lugar el ideal.
Parte del texto de este post ha sido desarrollado por Josep de Marti.

Montserrat A



No hay comentarios:

Publicar un comentario