
Hay estudios que indican que la
mayor capacidad de aprendizaje corresponde a los 10 primeros años de vida, con
un esfuerzo mínimo o inexistente.
No se trata que el niño hable
mucho y antes que nadie, se trata de ayudar y estimular al bebe para que ordene
de forma rápida y correcta los sonidos que escucha, los objetos que ve … dándoles
referencias para recordar y memorizar.
Se puede notar que entre los seis
a doce meses de edad los niños empiezan a sustituir el lenguaje por un balbuceo
seguido de monosílabos como bla bla bla, ta, ta, ta, o da, da, da. Luego de los
10 a 18 meses empiezan a deducir palabras
como mamá o papá y así sucesivamente si solo escuchan un solo idioma. En el
caso que un bebe escuche en casa o por sistema más de un idioma en casa ,un
niño puede aprender "sin problemas" una segunda (o tercera) lengua
desde pequeñito y, aunque suelen tener más problemas para iniciar el habla,
pronto diversifican las palabras según la lengua que estén hablando pero eso
haría que se ralentizara un poco más el ritmo. Obviamente, cuando son más
mayores.
Algunas ideas para ayudar a desarrollar el lenguaje del bebé más
rápido sería:
Traducción de sonidos: uno
de los mejores adiestramientos para que tu bebé aprenda a identificar los
sonidos es traducirle lo que el escucha, por ejemplo sonidos como el teléfono,
el timbre de la puerta, una motocicleta, ambulancia, un perro
entre otros. Son sonidos que a los niños les llaman la atención por esa
razón se pueden utilizar para ir induciéndoles a que los pronuncie para así
lograr tu objetivo.
Juegos interactivos: Se puede inducir al bebé a que valla
aprendiendo a identificar frases por ejemplo;
esconderte y preguntarle ¿Dónde estoy? con ayuda del sonido de un
juguete o algo para que él bebe identifique de donde viene el sonido. Para así
desarrollar más su audición y contribuir con el habla y la atención.
Forma de hablar con él: te darás cuenta que le interesa más el tono
de voz que la intensidad con la que lo hagas, notaras que al hablarle con tonos
suaves y dulces, el bebé se tranquilizara. Si está llorando y puede que hasta
deje de llorar, sin embargo si le gritas con enojo sucederá lo contrario e
incluso si no está llorando llorará porque el tono de voz le transmite que algo
va mal creándole inseguridad y desestabilidad.
Enseñarle a sacar la lengua: es una muy buena ayuda para la
motricidad lingüística de él, o bien
haciendo sonidos en monosílabo para que el repita ejercitando dicha motricidad.
Es un buen ejercicio y divertido si compartís un rato juntos.
Asegúrate de que cuando tu bebé
empiece a decir sus primeras silabas repetirlas con él y seguido decir alguna
palabra que contengan esos sonidos como mamá o papá o cualquier cosa que pueda
repetir esos sonidos.
Aparte de oír sonidos, tu hijo ha
estado produciéndolos primero en forma
de llanto y luego de ruiditos o gorgojeos. Alrededor de los seis meses empezará
a balbucear, utilizando muchos de los ritmos y características de su lengua.
Aunque al principio sus balbuceos pueden parecer no tener sentido, si lo
escuchamos atentamente, percibiremos como modifica la entonación, como si
estuviera afirmando o preguntando algo.
No hay que olvidar, la
importancia del conversar con nuestro bebé. Cada vez que se pueda se le tiene
que hacer participe en el desarrollo lingüístico pero será aún más importante a
partir del séptimo mes, que empezará a imitar activamente los sonidos del
habla. Fuente: guía del bebe
Montserrat A
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